¿Qué podría llevar a una familia normal a convertirse en
delincuentes?
Ni Charity ni su padre, Thomas, son malas personas. Ella
estudiaba medicina, él, era catedrático de la Universidad. Y ahora son ladrones
de guante blanco. Como Robin Hood, roban a los canallas que están estafando a
los demás.
Para ello, Charity entrena en un gimnasio donde conoce a Adam Black,
lugarteniente del capo de la mafia de Fresno. Ambos se sienten atraídos, pero
él descubre que ella no es tan inocente como creía.
Sin saber muy bien lo que hacen, roban a un importante abogado implicado en
turbios negocios, tan importantes, que tiene que venir un policía especializado
que odia a los delincuentes, Samuel Picard.
Ella se siente atraída por los dos, pero después de organizar la mayor
revelación en la ciudad, acusando a importantes miembros de la sociedad, tiene
que huir. Parece que su vida se normaliza, pero de nuevo el policía aparece,
volviéndola del revés. Ambos hombres se interesan por ella. Ella no quiere
líos, pero parece que los problemas la persiguen. ¿Podrá tomar una decisión con
la cabeza fría? ¿Saldrá ilesa de una relación tormentosa?
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