Angelina siempre ha sabido cuál es su sitio en el mundo: la cocina, la
servidumbre y las sombras de la mansión Greenwood. Pero eso no significa que le
guste.
En una casa donde los vestidos pesan más que las palabras y las apariencias son
un arma de guerra, ella solo quiere una cosa: libertad. ¿Pero qué significa
realmente ser libre cuando la sociedad ya ha decidido quién eres?
Entonces llega Caden Greenwood, el hijo del dueño. Arrogante, impulsivo, con
una sonrisa que promete y unos ojos que mienten. Y luego está Michael Dragó, el
domador de caballos que parece tener más secretos que certezas, un chico que no
encaja, como ella.
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