¿Por dónde empiezo?
Oh. Sí.
Érase una vez.
¿No es así como empiezan todos los buenos cuentos de hadas?
Y Maximo y yo, definitivamente somos un cuento de hadas.
No de esos donde los problemas de la vida se resuelven con una sonrisa y una
canción. Somos de la vieja escuela.
Los cuentos retorcidos llenos de asesinatos, violencia y comienzos trágicos.
De acuerdo, quizá no somos un cuento de hadas tradicional. Después de todo,
Maximo es más villano que príncipe.
Es aterradoramente sexy.
Endiabladamente encantador. Controlador, posesivo y peligroso.
Especialmente cuando se trata de mí.
Su palomita.
Y que el cielo ayude a cualquiera que intente liberarme de mi jaula dorada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario