sábado, 23 de noviembre de 2024

Alexandra - Patricia Bonet





En mi casa existían dos normas inquebrantables: no acercarnos a la casa de los Barone y no ser amiga de los hermanos Barone.

Cumplir la primera norma era sencillo, pues esa casa daba bastante miedo. ¿Drogas, tráfico de armas, prostitución? Todo era posible. Por eso no me costó nada cumplirla. Respecto a la segunda… la quebranté. Ginevra Barone era mi mejor amiga y no fijarse en su hermano Angelo era como pedirle al sol que no calentara en pleno verano.

Por suerte o por desgracia ya no tuve que preocuparme por nada de eso después de esa noche. Cuando irme de Chicago fue lo único que pude hacer si quería seguir con vida.



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