Para luchar contra lo que no pueden ver, primero deberán creer en ello.
Un nuevo hogar espera a Rebeca, Jorge y los niños en una tranquila y apacible
urbanización. La casa parece estar dominada por el frío, la escarcha y el hielo
surgen en los lugares más inesperados sin ninguna explicación. Nubes de vaho
que aparecen y se evaporan, les acechan desde cualquier rincón.
En el desván descubren un viejo andador para niños que restauran para su bebé.
Desde ese día, una serie de accidentes y sucesos inexplicables hacen que Rebeca
se plantee si en realidad están solos en su nueva casa. Su hija, la pequeña
Laura, es la única que sabe lo que ocurre.
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