Theo Rothschild no era un mal chico, pero tampoco era del todo bueno. Y la
tímida Lily Beachem se conformaba con admirar al chico más guapo de la Academia
Welles desde la comodidad de su tranquilo rincón. Hasta que la mejor amiga de
Lily, la hermana de Theo, decidió que dos almas solitarias debían estar juntas.
Y quizá tenía razón.
Theo y Lily sintieron algo esa noche que se quedaron despiertos y hablaron
durante horas bajo la cubierta del bosque y un manto de estrellas. Pero cuando
la tragedia golpeó a su pequeño internado de élite de la Costa Este, robándoles
amistades y cualquier esperanza de una vida normal, estar solo se convirtió en
lo único que tenía sentido.
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