Ella es demasiado dulce para arruinarla... pero debo hacerlo.
La Hermandad de Ónix me ofrece todo: dinero, recursos y la oportunidad de
seguir mi investigación al margen de la ley. La antigua sociedad secreta da
forma al mundo, pero hay que pagar un precio oscuro para unirse a ella.
Todos los hermanos deben elegir una pupila.
Una mujer cautiva a la que poseer, castigar y entrenar hasta lograr una
sumisión perfecta. Si me niego o ella no se presenta a mi ceremonia de
iniciación, estoy muerto.
Eve es dulce, ingenua y adictiva. Mi obsesión crece hasta que ella es todo
en lo que puedo pensar. La observo desde las sombras y la imagino encadenada a
mis pies.
No puedo hacerle esto a mi hermosa niña. No debería robarle su inocente vida.
Pero otro hombre amenaza con tomar lo que es mío, y lo único que puedo ver es
rojo.
Se acabaron los juegos.
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