Clay Kincaid sabe que es más un pecador que un santo. Especialmente cuando se
trata de mujeres. Con un pasado áspero y dañado que lo ha dejado hastiado, no
hace relaciones comprometidas. Pero a él le gusta el sexo ¿Estás lista para
ponerte sexy sucia con un santo? Clay Kincaid sabe que es más un pecador que un
santo. Especialmente cuando se trata de mujeres. Con un pasado áspero y dañado
que lo ha dejado hastiado, no hace relaciones comprometidas. Pero a él le gusta
el sexo: cuanto más caliente y más duro, mejor. Le gusta rápido y sucio, por
eso se niega incluso a tocar a alguien tan dulce e inocente como Samantha
Jamieson. Hasta que descubre que a ella le gusta tanto y tan sucio como él.
Deje que comience el pecado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario