La doctora lo verá ahora... cada maldito centímetro de él.
Es magnífico, engreído, tatuado, y dotado como un maldito
caballo. Sobre el papel, es el chico de los sueños que he estado esperando toda
mi vida. Sólo hay un pequeño problema: también se está desangrando por dos
heridas de bala en mi mesa de operaciones a la que está esposado.
Sí.
Resulta que el tipo de mis sueños es un sicario de la mafia
que está huyendo.
Resulta que es peligroso, mortífero, y
tiene a todo el mundo, desde el FBI hasta la mafia de la que huyó, buscando
hacerle algunas preguntas o ponerlo bajo tierra.
También resulta que me convierto en una maldita papilla
cuando me mira como si ya fuera suya. Resulta que no puedo decirle que no, en
absoluto.
Peligroso, fuera de los límites, inapropiado y
completamente irresistible.
Es mi trabajo salvar su vida. Pero podría ser el suyo salvar la mía...
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