“Así es como me sentía constantemente, que me faltaban las habilidades que otros tenían para funcionar con normalidad”.
La correctora de treinta y un años, Bailey Mitchell, es esclava de sus tics. Heredó el Trastorno Obsesivo Compulsivo de su padre, y no ha hecho nada más que inhibir su vida amorosa. Ha cubierto toda la gama de novios; ninguno de ellos quiere o puede hacer frente a su condición.
Todo cambia cuando conoce a Reece Powell de treinta y dos años, su nuevo compañero de trabajo en la Firma Beach Elite Marketing. Él se enamora de Bailey tal y como es —rarezas y todo— y ella, a su vez, le abre su vida. Su amor parece cambiarla, ayudarla a manejar su TOC.
Pero cuando ocurre una tragedia, se ve consumida por la naturaleza destructiva de su condición. Reece ve el lado feo, y se queda con una opción: quedarse o huir.
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