No te quiero.
No significas nada para mí.
Nunca te amé.
Convertí mis palabras en espadas.
Y la corté. Metí la hoja y la vi caer. Le dije que nunca la
lastimaría y lo hice.
Años más tarde, me enfrento a todas las pequeñas mentiras,
las falsedades, las falsas realidades, el daño que infligí cuando todo lo que
quería era entregarme a mi obsesión.
Lavender Waters es la princesa de la torre. Incluso su nombre
es de lo que están hechos los cuentos de hadas.
Yo solía ser quien la salvó.
Una y otra vez.
Pero ya no quiero salvarla.
Solo quiero fingir que las mentiras siguen siendo la verdad.
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