Maximo.
Se suponía que iba a ser un trabajo fácil. Entrar y salir, sin complicaciones.
Traer un poco de justicia y conciencia al mundo. Pero luego una pequeña
decisión de ir por una taza de café lo descarriló todo, llevándome hasta ella.
Julia no sabe la verdad de quién soy ni lo que he hecho, pero no podía
permanecer lejos. Exponerla al peligro, es arriesgar lo único que no esperaba,
aunque no quiero dejarla ir.
Julia.
Lo que parecía un turno regular en Deja Brew terminó acercándome a un hombre en
el que no podía dejar de pensar. Max sabe cómo hacerme sonreír, pero hay algo
acechando debajo de la superficie que me tiene preguntándome qué estará
ocultando. ¿Su secreto será demasiado para aceptar o la intensa atracción que sentimos
el uno por el otro vale la pena para adentrarme en su lado más oscuro?
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