Raffaele DeLuca era considerado el rey de la mafia del sur, gobernando con mano de hierro su rama de la Familia del Crimen DeLuca. Nunca había tenido una mujer a su lado, pero por fin encontró a su reina: la fugitiva prometida de un poderoso político.
Vivienne Blackwell solo tenía dieciocho años cuando aceptó
un compromiso que beneficiaría a su familia. Ha llegado a despreciar a su
prometido, pero estaba atrapada sin una salida fácil. Hasta la noche en que él
fue demasiado lejos, y Vivienne finalmente huyó... directa a los voluntariosos
brazos de Raffaele.
Vivienne no tenía ni idea de quién era, pero confió en el
brillo decidido de sus ojos oscuros cuando Raffaele le prometió que no dejaría
que nadie volviera a hacerle daño.
El hombre que amenazaba con separar a Vivienne de Raffaele estaba a punto de aprender una peligrosa lección: nadie se cruzaba con los DeLuca sin pagar un alto precio.
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