Desganada, mire cara el otro lado de la barra y mis ojos se hallaron con los suyos. Destellos de imágenes empezaron a desfilar ante mis ojos, hasta el momento en que todo dejo de existir entre nosotros. Solo estábamos y , mirándonos el uno al otro, deseando tenernos. Respiré hondo, sencillamente no llegaba a entender como podía sentirme tan atraída por alguien a que apenas conocía. Por increíble que parezca, sentí que era el hombre de mi vida hasta el momento en que se abrió la puerta. Mire hacia ella con la boca abierta cuando la vi entrar y se dirigió hacía el para besar los labios que llevaba deseando besar otra vez. Me miró de una manera tan intensa… que por un momento se me olvidó respirar.
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