Toda su vida, Jonah ha sido advertido sobre los lobos.
El último de una especie en extinción, escondido entre los humanos, Jonah acepta su vida solitaria, sabiendo que un día se perderá en la llamada del mar. Y entonces una manada de hombres lobo se muda a la casa de al lado. Los lobos son peligrosos, astutos y viciosos. Sabe que tiene que ahuyentarlos antes de que descubran la verdad sobre lo que es. Pero no había contado con Nate, su atractivo alfa. Nadie le advirtió que los lobos podían ser tan... cautivadores.
Como el único alfa que queda, él es su única oportunidad de sobrevivir.
Después de un ataque que deja a su manada en fuga, depende de Nate guiarlos a un lugar seguro. Los lleva al único lugar donde no los seguirán, un lugar al que los lobos no se atreven a ir. Al principio, la cala parece un refugio y las historias de monstruos que acechan en las sombras parecen inverosímiles. Jonah, el veterinario local y su nuevo vecino, es justo el tipo de distracción que Nate necesita. Cuando el peligro se acerca por todos lados, Nate debe hacer lo que pueda para mantener a su manada, y a su nuevo humano favorito, a salvo. ¿Pero es Jonah todo lo que parece?
La verdad los separará.
Cuando Nate aparece en su puerta con un cachorro de lobo herido en sus brazos, Jonah no tiene el corazón para rechazarlo. Sabe que está jugando con fuego, dejándose arrastrar por el peligroso mundo del cambia formas, arriesgándose a ser descubierto con cada palabra, con cada beso. Al diablo con la autopreservación.
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