Érase una vez cuando ella se convirtió en mía. Mía para destruir.
Solía tenerlo todo.
Una carrera exitosa.
Un marido cariñoso que me adoraba.
Un futuro lleno de posibilidades.
Un cuento de hadas perfecto que nada podía romper.
Hasta que un día, la vida tal y como la conocía se rompió en pedacitos.
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