La tuve y me encantó su sabor.
Pero es demasiado joven, demasiado dulce y buena.
La mantendré a salvo, y la quiero feliz.
Incluso si mi propio corazón me dice que soy un tonto por no hacerla mía.
Nuestras pocas noches fueron eléctricas. Dejó su marca y quemó su bondad en mi corazón.
No queda lugar para nadie más, solo para ella.
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