Comenzó con un incendio forestal. A partir de ahí, las
cosas fueron de mal en peor.
Cuando el bombero Rory pone los ojos en la inspectora de incendios Edith, sabe
al instante que ella es la única. Su compañera predestinada.
Ahora sólo tiene que protegerla de:
1. Un furioso incendio forestal (en realidad, ella ya tiene eso cubierto,
gracias).
2. El monstruo invisible que lanza rayos y que lo inició (¿el qué?).
3. Conejos asesinos (ni siquiera preguntes).
4. Los pésimos intentos de emparejamiento de su tripulación de cambiaformas
inadaptadas (no sólo este tipo es ardiente, su perro también es adorable. Y...
¿extrañamente inteligente?).
5. Su propia necesidad animal de reclamarla. Ya. (si sólo pudiera mirarlo a los
ojos).
Lo bueno es que, como un poderoso cambiaformas de grifo alfa, puede manejar
cualquier cosa... ¿no?
Sólo hay un problema.
Lo último que quiere -o necesita- esta mujer es que la protejan.
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