Lord Donald
concedió a su único hijo y a su hija permiso para casarse con un hombre del
norte por el que había perdido su corazón, pero venía con una estipulación. Su
primogénito regresaría y gobernaría el clan MacShane tras la muerte del viejo
señor.
Ese momento es
ahora, al igual que la necesidad de que Lord Bhric se case. Su madre ha
concertado un matrimonio con la única hija de un clan vecino. Su madre es
consciente de que él prefiere las mujeres altas, fuertes y valientes, por lo
que no se preocupa por su nueva novia... hasta que la conoce.
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