
“¿Voy a ser la cara de los fetiches raros de la gente?” pregunté incrédula.
Larry se encogió de hombros, metiendo su indiferencia directamente en la garganta de mi pánico. “La mitad”.
Esa conversación fue el comienzo de algo más que un espectáculo.
Fue el comienzo del misterio, la amistad y el amor, y el resultado de mezclar los tres con dos víctimas desprevenidas.
Easie Reynolds y Anderson Evans se sintieron atraídos por la misma y simple cosa—el uno al otro.
Pero, a veces, la química innegable no es suficiente. Después de todo, ¿qué tan fácil es llegar a conocer a alguien cuando está constantemente fingiendo ser otra persona?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario